Un Poco de Necedad
Las moscas muertas apestan
Eclesiastés 10:1
y echan a perder el perfume.
Así mismo pesa más una pequeña necedad
que la sabiduría y la honra juntas.
No por ser pequeño significa que sea insignificante.
¿Alguna vez te has esforzado mucho para planear algo, sólo para darte cuenta que se te olvidó un detalle pequeño pero importante?
- Podría ser que preparaste una cena para la familia. Hiciste todo bien… Pero se te olvidaron los frijoles, y se quemaron en la estufa.
- O planeaste una noche romántica… Pero se te olvidó que hoy era la noche de la obra de tus hijos.
- Pudiste haber echado todas las ganas para la tarea… Solo para darte cuenta que tenías que haberla entregado ayer.
Yo creo que una manera más moderna de decir este proverbio (porque yo no se como hacer mi propio perfume, y nunca he visto una mosca meterse en un perfume mio,) sería lo siguiente:
Sin importar lo delicioso que fueron los tacos, lo que llevarás del recuerdo es el pelo del taquero.
No importa que tan deliciosos fueron, o que tan chido el ambiente, ¡ese pelito chiquito echa a perder todo lo demás!
Y así es la necedad en nuestras vidas.
Puedes hacer todo bien, pero la falta de sabiduría puede arruinar todo.
Pienso en el proverbio del Rey Salomón:
Confía en el Señor de todo corazón,
Proverbios 3:5-7
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas.
No seas sabio en tu propia opinión;
más bien, teme al Señor y huye del mal.
Echamos a perder el perfume (o el taco) cuando:
- Hacemos todo por nuestras fuerzas;
- No tomamos en cuenta a Dios;
- No buscamos buenos consejos;
- No amamos la sabiduría;
Hay veces que yo quiero opinar cuando mi esposa está hablando con otra persona. Ni se exactamente de lo que está hablando, ¡y tampoco fui invitado a la conversación! Pero allí ando de necio.
QUIZÁS logro dar un buen consejo, o hago una buena observación… Pero usualmente, revelo lo necio que soy cuando me meto a conversaciones ajenas. Todo lo bueno que pude haber aportado se desvanece al andar de metiche en vez de quedar quieto y simplemente escuchar.
Es sólo un ejemplo de muchos de la necedad en mi propia vida. Pero lo que veo es que cuando me descuido, cuando empiezo a creer que se todo (¡una señal clara de necedad!) pronto viene el error.
Pregunta: ¿Qué deberíamos hacer cuando ese impulso de necedad llega a nuestra mente? ¿Y cómo reconocemos si es algo necio o algo sabio?
Le diste en el punto, también he quedado mal en una conversación que no debí haberme metido, he sido imprudente muchas veces,pero uno va madurando créeme que si, y me ha funcionado a qué si no me llaman, no hablo ya Dios está trabajando esa parte de mí de una manera fuerte, y hechas a perder algo creo que todos lo hemos hecho, pero queda el día de hoy para mejorar.
Saludos
Si, nuestra única esperanza es equivocarnos un poco menos el día de hoy, es todo lo que nos queda.
La perfección jamás será la meta; puede esperar la perfección para el cielo! Aquí en la tierra, la meta sencillamente es: regarla un poco menos, y caminar un poco más conforme al corazón de Dios. Punto!