Romanos 7:7-25
Parte 15 de la serie de Romanos.
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Amo/Odio mi báscula.
Amo mi báscula porque:
- A veces los números indican que he bajado de peso.
- La compré en oferta.
- Funciona bien.
- Me ayuda a establecer metas.
Odio mi báscula porque:
- A veces los números indican que he subido de peso.
- Esos números me recuerdan que lo que estoy haciendo no está funcionando.
- Me dice que mis hábitos de comer y ejercicio están mal.
Pero al fin de cuentas, no es culpa de la báscula. Soy yo. Yo soy quien no quiso comer saludable, quien agarró otra rebanada de pizza, quien no despertó temprano para hacer ejercicio.
La báscula solamente me avisa como ando, no me obliga a subir de peso. Jamás me ha hablado mi báscula en la noche diciendo “Hey Zac, aún hay un poco de nieve, ¿le entramos?“
Ahora, ¿por qué los involucro a ustedes con mis traumas de mi peso?
Porque es muy semejante a la función de la Ley del Antiguo Testamento.
¿Qué concluiremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Sin embargo, si no fuera por la ley, no me habría dado cuenta de lo que es el pecado. Por ejemplo, nunca habría sabido yo lo que es codiciar si la ley no hubiera dicho: «No codicies».
Romanos 7:7
Espejo, No Esperanza
La Ley siempre fue diseñada para servir como un espejo. Existe para mostrarnos que tan lejos estamos del plan de Dios. Es para recordarnos que aún lo mejor que hacemos no alcanza la perfección de nuestro Padre.
El conocer la Ley (leer la Biblia, ir a la iglesia, memorizar versos de la Biblia, hacer buenas obras,) NO ES SUFICIENTE. Cuando buscamos vida en esas cosas, encontraremos muerte y decepción.
Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado vida me llevó a la muerte; porque el pecado se aprovechó del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató.
Romanos 7:10-11
Jamás encontraremos esperanza dentro de la Ley. Nuestras buenas obras jamás llegarán a los requisitos de Dios. Nuestra esperanza viene de otro lugar.
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva
1 Pedro 1:3
¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!
Romanos 7:24-25a
La ley resalta nuestras fallas, removiendo toda esperanza de salvación por nuestras obras.
Jesús resalta la misericordia de Dios, cubriendo nuestras fallas y dando una salvación eterna que jamás extinguirá.
Pregunta: ¿Puedes soltar el control y reconocer que Jesús, no tus obras, es la solución?
Me encanta leer sus comentarios y sus preguntas, ¡y respondo a todos! Deja algo abajo para dejarme saber que opinas 🙂
Si!! Lo reconozco !!!
Pero la verdad cuando menos lo pienso ya lo agarre (control) y ya lo estoy haciendo por mi propio esfuerzo, o solucionando por mi y no dejo que sea él, quien tomé el control, como se lo pedí en la oración de la mañana. 🙄
Me pasa muy seguido. Una área donde constantemente lucho es en mis predicaciones. Se supone que lo hago de parte de Dios, sin embargo a veces doy más preferencia a mis propias ideas!