Día Cuatro

Rey de Mañana

Cuando estamos preocupados, actuamos como si hoy fuera el único día que importa. Olvidamos todo lo que hemos vivido con Dios, y olvidamos todo lo que tiene aún para nosotros.

Solamente nos enfocamos en el “ahora” que nos encontramos.

(Y eso puede ser sano y sabio. Es importante estar presente, enfocados en las tareas que tenemos por delante.) Hasta Jesús nos animó a eso en Mateo 6:34 – Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tienea ya sus problemas.

PERO hay un gran problema. Cuando estamos tan enfocados en el hoy, el enfoque nos detiene de ver todo lo bueno que Jesús ha hecho por nosotros, y todo lo bueno que aun tiene guardado para nosotros. Solo vemos el problema que está en frente de nosotros. Y no creo que Jesús quiere que vivamos así.

En el libro de Números, vemos a los Israelitas enfocados en la supervivencia. Escaparon de Egipto, y han estado vagando por el desierto. Están listos para conquistar la tierra prometida, pero… encuentran a los gigantes. Encuentran ciudades con murallas gigantes, como Jericó. Y empiezan a enfocarse en las cosas equivocadas. Se olvidan de la fidelidad de Dios, y se olvidan de las promesas que Dios les había hecho para su futuro.

Todo lo que ven es su problema.

Josué y Caleb vieron el panorama completo; recuerdan que su Dios no solo es el Dios de ayer y hoy, sino que es su Rey de Mañana. Reina no solo ahora, sino para siempre.

Éxodo 15:18
¡El Señor reina por siempre y para siempre!

• Los demás no están enfocados en el mañana que Dios les había prometido.
• No están pensando en las veces que Dios ya había sido fiel.
• Solamente están enfocados en sus problemas.

Y pierden todo lo que Dios quiere hacer. Por no haber confiado en Dios para el día de mañana, lo perdieron.

Perdieron la entrada a la Tierra Prometida, y pasaron el resto de sus vidas dando vueltas en el desierto, dejando la conquista de la tierra prometida a sus hijos.

No quiero que menospreciemos la oportunidad que Dios nos está dando. Hemos sido llamadoas a ser sal y luz, ¡y no quiero dejar esa tarea a nuestros hijos!

Hoy podemos brillar, porque sabemos que el día de mañana está en las manos de Dios.

Efesios 2:10
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

Las “buenas obras” que Jesús tiene preparadas para nosotros no se han acabado. ¡Aún hay más por hacer!

Pregunta: ¿Realmente creemos que Cristo tiene un plan para nosotros?

Reto: Toma un momento para escribir todas las maneras que Jesús ha sido fiel en el pasado. Recuerda que no cambia; ¡mañana será fiel también!