Rey Cuando Estamos Bajo Ataque (Distracciones)
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Nehemías estaba bajo ataque. Tenía enemigos de alto rango que se sentían amenazados por el trabajo que hacía, así que ellos empezaron a crear rumores para intimidarlo. Querían hacer pensar a Nehemías que estaba rodeado por sus enemigos, escondidos detrás de cada muro. Pero Nehemías tenía sus ojos puestos en el lugar correcto. Estaba enfocado en su Rey y en su llamado, no en el caos de su alrededor.
Nuestra atención está constantemente bajo ataque. Las páginas web presumen acerca de cuanto nos pueden distraer. Más tiempo distraídos, ¡mas dinero para ellos!
Todo el tiempo que los discípulos caminaban con Jesús, estaban distraídos con preocupaciones irelevantes.
¿Jesús, quién será el mayor?
¿Jesús, quién pecó?
¿Quién se sentará a tu izquierda y tu derecha Jesús?
¿De dónde obtendremos pan suficiente Jesús?
Y al estar asimilando la muerte de Jesús ese sábado tan triste, estoy seguro que estaban 100 veces más distraídos que normal.
¿Todo fue para nada?
¿Gasté los últimos tres años de mi vida siguiendo a un loco?
¿Estaba yo seguro que Jesús era el mesías?
¿Nos engañó a todos?
¿Que haremos ahora?
Cuando permitimos que estas distracciones residan en nuestra mente, no tenemos espacio suficiente para enfocarnos en Jesús también. Es nuestra esperanza, o la falta de; no hay espacio para las dos cosas. Es nuestra fe o nuestro fracaso, nuestra crisis o nuestro Cristo.
No permitas que tu imaginación sea aplastada por la vida. No intentes imaginar todo lo malo que pudiera pasar.
Marco Aurelio, Meditaciones 8.36a
El estoico Marco Aurelio entendía esto bien. Entendía que no podemos dejar que las distracciones obtengan nuestro enfoque. Después en su libro escribió:
“Puedes descartar la mayor parte de la basura en tu mente –las cosas que solo allí existen– y así hacer espacio para ti mismo:
…al comprender la escala del mundo
Marco Aurelio, Meditaciones 9.32
…al contemplar el tiempo infinito
…al pensar en la velocidad de que las cosas pueden cambiar–cada cosa del todo; el espacio tan estrecho entre nuestro nacimiento y nuestra muerte; el tiempo infinito antes; el tiempo igualmente infinito que viene después.
Él sabía que hay algo más urgente que merece nuestro enfoque, algo mejor para nuestra mente. Sólo que ¡no sabía que ese “algo más” era Jesús! Jesús merece toda nuestra atención, toda nuestra confianza.
Pregunta: ¿Dónde te sientes como Nehemías? ¿Cuándo te has sentido abrumado y atacado?
Reto: Sé como Nehemías. Di a tus problemas y distracciones: “Estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir.” No puedo enfocarme en esta locura, ¡Estoy demasiado ocupado obedeciendo a mi Dios!
Gracias Zac! 🙌🏽
A ti!! Gracias por tomar el tiempo de ver y comentar!