He escrito de ciertos temas que espero poder visitar en un año, o en cinco años, y poder decir “mi perspectiva de Dios ha crecido. No lo entendía, pero Él me ha ayudado a crecer y ver más de Él.”

Esos temas los meto en La Esquina de Aslan. Hoy es uno de esos temas.


No quiero escribir mucho. Quiero tomar unas palabras de Jesús y hacernos una pregunta: ¿estamos viviendo cómo Cristo o cómo el mundo?

 Mateo 5:10-12
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
 porque el reino de los cielos les pertenece.

11 »Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. 12 Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.

¿Estamos pasando por dificultades por seguir a Jesús? ¿Y cómo respondemos ante los problemas y persecuciones?

Mateo 5:43-48

 »Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, 45 para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. 46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? 47 Y, si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? 48 Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.

El mundo clama por un tipo de justicia, ¿pero hemos sido llamados a amar y buscar justicia conforme al mundo, o conforme el corazón de Dios?

Mateo 10:21-22
21 »El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten. 22 Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. 

Jesús nos prometió persecución y problemas por seguirle a Él. Pero muchas veces huimos en cuanto nos llega un problema, o inmediatamente empezamos a quejar o renegar. 

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Entiendo el llamado de Jesús sobre mi vida? (Tanto que quiere que haga, cómo las dificultades que me ha prometido, y las dificultades que han seguido nuestros antepasados cristianos.)
  • ¿Estoy dispuesto a ser odiado para seguir a Jesús? ¿Lo amo suficientemente?
  • ¿Qué debo cambiar a la luz de lo que estos versos revelan en mí?

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