En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.
Jueces 17:6, 21:25
Esos israelitas hicieron lo que ofende al Señor…
Jueces 2:11
El autor de Jueces usó la primera frase dos veces en el libro, y usó la segunda frase siete veces. Muestra un ciclo contínuo de desobediencia y malas decisiones del pueblo de Israel. En vez de haber tomado mayormente las decisiones correctas, vemos un grupo de personas que usualmente deciden hacer lo malo. Deciden hacer “lo que le parecía mejor.”
Y cuando llegaban los jueces, usualmente provocaban un pequeño cambio. Dios usaba a los jueces para romper el ciclo. Pero siempre fue algo temporal, siempre regresaban a sus malos hábitos y acciones.
El libro Mata la Araña (Kill the Spider) el autor Carlos Whittaker habla de los ciclos qué él seguía repitiendo en su propia vida. Intentaba “limpiar las telarañas”; intentaba portarse bien, evitar las cosas que lo hacían caer. Pero nunca mató la araña. Nunca rompió el ciclo.
Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
Pablo sabe cómo matar arañas. Sabe cómo romper esos ciclos que nos pueden atrapar. No a través de buenas vibras y acciones bonitas, ¡sino por medio de la muerte! Cristo murió una vez para todos, pero nosotros diariamente tenemos que tomar nuestra cruz y seguirlo.
- Diariamente reconocer que somos débiles y frágiles sin Cristo.
- Diariamente recordar que no somos perfectos.
- Diariamente confesar que sin Cristo no podemos.
- Diariamente vivir “confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Hoy podemos empezar a romper esos ciclos que nos han mantenido lejos de Dios.
- Ciclos de enojo.
- Ciclos de falta de perdón.
- Ciclos de sentir abandonados.
- Ciclos de desconfianza.
- Ciclos de faltas de fe.
- Ciclos de flojera.
En otras palabras, nos toca empezar a romper todo ciclo que no agrada a Dios. No vamos a hacer todo lo que nos parece mejor y así repetir estos ciclos, sino vivir confiando en la sabiduría de Dios.
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al SEÑOR y aléjate del mal.”
Proverbios 3:5-7
No con nuestras fuerzas, sino por medio de Jesús, quien vive en nosotros.
Así romperemos los ciclos que nos alejan de Dios.