Salmo 103:1-5
Alaba, alma mía, al Señor;
    alabe todo mi ser su santo nombre.
Alaba, alma mía, al Señor,
    y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados
    y sana todas tus dolencias;
él rescata tu vida del sepulcro
    y te cubre de amor y compasión;
él colma de bienes tu vida
    y te rejuvenece como a las águilas.

David decidió alabar a Dios. Se esforzó en glorificar a Dios y recordar todos sus beneficios. No es algo que le vino a la mente fácilmente. Era un hombre como nosotros, lleno de debilidades y deseos necios.

Pero él tomó la decisión de enfocar en las bendiciones, y no en las razones que tenía de quejarse. Eso es algo que me encanta de los Salmos. Usualmente aún en los más tristes y deprimentes, el Salmista encuentra razones de porqué alabar a Dios. No se quedan atorados en sus circunstancias deprimentes, sino regresan a alabarle a Dios.

La vida se me va en angustias,
    y los años en lamentos;
la tristeza está acabando con mis fuerzas,
    y mis huesos se van debilitando…
Cuán grande es tu bondad,
    que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
    sobre los que en ti se refugian.

Salmo 31:10,19

En este pasaje encontramos seis beneficios, seis razones de porqué alabarle a Dios.

Él perdona todos tus pecados

Empezamos con el más importante. Gracias a su perdón, nosotros somos salvos. Gracias a su perdón, ¡tenemos acceso al Padre! El perdón de pecados restableció una relación con el Padre.

Efesios 2:13-18
Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo.

14 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba, 15 pues anuló la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, 16 para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad. 17 Él vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. 18 Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.

Él sana todas tus dolencias;

Él puede sanarte físicamente. Y más importante aún, puede sanar tu corazón. La sanidad física es buena, hace que la vida sea más fácil y placentera. Pero la sanidad del corazón es más importante.

El corazón alegre se refleja en el rostro,
    el corazón dolido deprime el espíritu.

Proverbio 15:13

Nuestro cuerpo un día nos fallará, ¡pero podemos tener un corazón alegre por el resto de nuestras vidas!

Él rescata tu vida del sepulcro

¡Tenemos una esperanza que va más allá que nuestros años aquí en la tierra! ¡Qué gran noticia la que tenemos, que la muerte no es el final! Este beneficio es increíble, y es tan precioso en tiempos de enfermedad y dificultad — pase lo que pase, tenemos un Dios que nos rescata del sepulcro.

Él te cubre de amor y compasión

Nada se compara a su amor.

El mundo busca algo para aliviar el dolor y la soledad. Dios tiene la respuesta. Tiene un amor que da propósito, que da consuelo, que da esperanza para el día de mañana.

Tu amor es mejor que la vida;
    por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva,
    y alzando mis manos te invocaré.

Salmo 63:3-4

Él colma de bienes tu vida

Mateo 6:31-34
Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.

Tenemos un buen Padre que sabe dar buenos regalos a sus hijos. No tenemos que preocuparnos por el mañana, porqué tenemos un Dios que nos ve, nos oye, y sabe de nuestras necesidades ¡aún antes que nosotros!

Él te rejuvenece como a las águilas

Cada día su misericordia es nueva, cada día provee lo que necesitamos, y cada día tenemos la fuerza suficiente para enfrentar el día.

El gimnasio da una fuerza que desvanece; Dios nos da una fuerza que nos llevará por toda la carrera que tenemos por delante. Y no solamente nos dará fuerza, ¡pero nos seguirá dando fuerza!

El pretexto “estoy demasiado grande” no nos aplica; aún en nuestra edad avanzada, Dios seguirá dando fuerzas al quien le pida.


Estos beneficios no son todos, pero son hermosos. Son promesas que podemos agarrar. Sin importar el tiempo que llevamos siguiendo a Cristo, sin importar cuanto hemos leímos la Biblia, sin importar si hemos portado bien el día de hoy o no, estas promesas son para ti y para mí.

Pregunta: ¿Cuáles otros beneficios nos da Dios según la Biblia?
Pregunta extra: ¿Cuáles de estos beneficios necesitas más el día de hoy?


¡Me encanta leer (y responder a) sus comentarios!
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2 Comments

  1. Que hermoso que Dios nos cubra de amor y compasión! Gracias por recordárnoslo Zachary.

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